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Las clases de hatha yoga incluyen siempre un trabajo de conciencia y respiración. Pongo mucha atención en la alineación y construcción de las posturas, realizando ajustes para mejorar la práctica. La sesión finaliza con una meditación de 15 minutos para calmar la mente e integrar todos los beneficios de las asanas.
El vinyasa yoga es una práctica dinámica y fluida, donde la respiración es la clave. Se practican secuencias en las que se coordina la respiración con el movimiento entre asanas, potenciando el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad. Son sesiones intensas que generan calor, desintoxican el cuerpo y aportan vitalidad.
El yoguilates es una práctica occidental muy extendida que combina lo mejor del yoga y el pilates. Gracias a esta fusión, puedes fortalecer tu cuerpo mientras trabajas la flexibilidad y la conciencia postural. Es una disciplina completa que equilibra la mente y el cuerpo, ayudando a mejorar la postura y la estabilidad.
Las clases de alineación hatha están diseñadas para personas con movilidad reducida o condiciones específicas. Se trabajan movimientos suaves y controlados, adaptando la ejecución de las asanas para que puedas disfrutar del yoga de forma segura y efectiva.
El yoga en familia es una experiencia compartida, donde tanto el niño como el adulto disfrutan de los beneficios del yoga. En estas clases, a través del juego y el movimiento, creamos juntos un espacio de conexión, complicidad y bienestar, fortaleciendo la relación familiar.
Las clases de yoga para niños son dinámicas y divertidas. A través de canciones, cuentos y juegos, trabajamos la gestión emocional, la psicomotricidad y el equilibrio. El objetivo es que los más pequeños disfruten del yoga mientras aprenden a conocerse mejor a sí mismos.
